Apreciado poeta:
Quiero agradecerte por la enorme compañía que me hiciste ayer en la espera de mi consulta médica, a través de tus'Tintineos y capullos de vida' (te dije que el lindo título alegra la vida). La inquieta leída fue completa y la espera se me hizo veloz.
Más tarde, al sosiego de la noche, volví a deleitarme con tu nueva obra. Comprobé que el crítico y maestro, Jesús Cabel, tiene toda la razón en su inmenso prólogo de once líneas, que van con el año. Coincido con él en que 'Tintineos y capullos de vida' es "Sorprendente desde el título...". En él, sus pequeños pero grandes protagonistas danzan en torno a su existencia´para insuflar ternura de vida...
No sé cuál de tus poemas me gusta más. Cada uno me llena de alegría y de nostalgia en su bella y tierna unidad; es un cristalito que brilla y bulle hasta que el conjunto ilumina el universo humano y de veras exhala tintineos con dulzura...
Al final, permíteme decirte que entre tú y yo hay algo en común, aparte de nuestra profesión de comunicadores: Tú y yo -cada uno en su mundo: Ancash y Loreto- tratamos de difundir el vívido retrato de nuestra idiosincrasia provinciana. Yo la recreo y pretendo mantenerla, informando. Tú, no solo eso haces, la envuelves de belleza creativa y la elevas hasta la puntita del Huascarán, que es tu antena...
¡Felicidades, poeta, en tu largo camino!
¡Felicitaciones, Pedrito, por todos los nuevos hijitos que seguirás trayendo al mundo!
Un fuerte y agradecido abrazo... Tu siempre amigo,
Walter Meza Valera